AEMES pone a disposición de sus asociados el Informe elaborado por CEOE sobre el envejecimiento de la población y los efectos que produce en el mercado laboral español
De nuevo CEOE nos ofrece un Estudio sobre cómo afecta al mercado laboral, actual y futuro, el envejecimiento de la población. A continuación se reflejan algunos de los aspectos más importantes desarrollados en el Informe de la Patronal.
Evolución de la población y envejecimiento de la misma
Analizando los datos demográficos de los últimos años, se pueden diferenciar dos etapas:
- 2002-2008: en esta época, la población española aumentó a un ritmo del 1,8% anual, pasando de 41 a 45,7 millones de habitantes. En gran parte alimentado por la inmigración que veía en nuestro país una oportunidad económica.
- 2009 en adelante: aparece la crisis en España, y aunque la población sigue creciendo, lo hace a un ritmo mucho menor, hasta llegar al máximo histórico en 2012 con 46,8 millones. A partir de entonces comienza a disminuir la población española. Las circunstancias económicas hacen que España ya no sea visto como un país atractivo, y muchos inmigrantes y españoles se ven obligados a abandonar el país.
Las previsiones que maneja el INE, aunque deban tomarse con cautela, son desoladoras. Tanto en el corto como en el largo plazo, la tendencia es a una disminución de población permanente. En 2025 habrá 45,8 millones de habitantes en España, 43, 7 en 2050, y en el año 2064 40,9 millones.
Más preocupante que la disminución de la población, es el envejecimiento de ésta. Si bien el envejecimiento de la población es un fenómeno habitual en economías avanzadas, en el año 2050, España será el segundo país del mundo con la población más envejecida, por detrás de Japón. Entonces, por cada 100 personas en edad activa para trabajar (16 a 64 años), habrá 69,5 personas mayores de 65 años. La media de las economías avanzadas se calcula que será de 45,8 personas mayores de 65 años, por cada 100 personas en edad activa.
Envejecimiento de la población activa
Desde 2002, todos los grupos de edad han aumentado su tamaño, excepto el de las personas de 16 a 34 años, que se ha reducido drásticamente. Este envejecimiento se traslada a la población activa, entre 2002 y 2015 aumenta la población activa mayor de 35 años, y disminuye entre los menores de 35. Este incremento se debe, en parte, a la incorporación de la mujer al mercado laboral.
El efecto de la crisis sobre la población
La grave recesión económica ha traído un nuevo modelo de población activa. A partir de 2009 se observa un notable descenso en la tasa de actividad de los colectivos más jóvenes, lo que ha generado tasas de desempleo. Este descenso también se aprecia en los grupos de más edad, entre los 60 y 69 años. La dificultad para obtener un empleo a avanzada edad, ha generado que muchas personas hayan optado por la prejubilación.
En el año 2007 había 20,4 millones de personas ocupadas, el 91,7% de la población activa tenía un empleo. En 2013, el momento más duro de la crisis, justo antes de la recuperación se dio un aumento radical del número de parados. La tasa de paro alcanzó el 26,2%, y 17 millones de ocupados (73,8% de la población activa). En la actualidad, se ha reducido el desempleo hasta el 22,2%
Evolución de la población en los próximos años
En el corto plazo, se esperan descensos de población, con el consiguiente envejecimiento de la población. En 2017 aumentará en 240 mil personas el grupo de edad de mayores de 70 años. El descenso de la población activa, y una notable política de creación de empleo, podría llevar a España a tasas de paro inferiores al 18% a finales de 2017.
A largo plazo la situación cambia, la reducción en las franjas de menor edad se hará más radical. El crecimiento del empleo y reducción de la población activa dejará tasas de desempleo inferiores a la época previa a la crisis (alrededor del 8%). Sin embargo, la población estará muy envejecida lo que modificará los hábitos de consumo, el sistema de pensiones, atención sanitaria.
Conclusiones
La disminución de la población ha generado que las tasas de desempleo no hayan crecido tanto como habría cabido esperar. Entender este razonamiento como positivo es muy peligroso puesto que en el largo plazo, el envejecimiento de la población causado por escasas personas en edad activa generará grandes cambios en la sociedad española.
