El seguro es una industria sólida, solvente y estable. Como tal, constituye un sector de referencia dentro de la economía española. Su importancia se refleja, entre otros campos, en el ámbito de la fiscalidad. No en vano, en 2016, las aseguradoras generaron unos ingresos al Estado de 7.087 millones de euros entre impuestos soportados y recaudados. O lo que es lo mismo, las entidades entregaron cada día más de 19 millones de euros a la Hacienda Pública. Esta es una de las conclusiones que arroja el Estudio sobre la contribución fiscal en España del sector asegurador 2015/2016, elaborado por PwC. Este trabajo forma parte de los contenidos del Informe Estamos Seguros 2016 presentado el pasado miércoles, 28 de junio, en Madrid por UNESPA, acto al que acudió AEMES como patronal de la mediación de seguros.
La contribución fiscal realizada por las aseguradoras se reparte en dos grandes bloques. Por un lado, figuran los impuestos pagados por las propias entidades. En segundo término están los impuestos recaudados entre terceros (clientes, empleados, etc.) en nombre del Estado.
Los impuestos satisfechos directamente por las aseguradoras sumaron 3.157 millones de euros el pasado año. Este capítulo engloba varias figuras tributarias como son el impuesto de sociedades, el impuesto sobre el valor añadido (IVA), la contribución de bomberos, los impuestos sobre la propiedad o la aportación por parte de las aseguradoras a la Seguridad Social de sus trabajadores.
Dentro de los tributos pagados por el seguro destaca, por su cuantía, el impuesto de sociedades. Ascendió a 1.315 millones de euros. Esta cantidad representa el 6% de todo lo recaudado por parte de Hacienda por este concepto el pasado año. Le sigue en importancia el IVA, que supuso el pago de otros 1.028 millones por parte de las entidades.
Otros conceptos destacados entre los impuestos soportados por el seguro son la contribución a la Seguridad Social a cargo de la empresa (486 millones) y la categoría “Otros impuestos sobre productos y servicios”. Bajo este término se encuentra la contribución que realizan las aseguradoras para renovar los equipos e infraestructuras de los parques de bomberos con el fin de reducir los daños causados por los incendios. Dicha partida asciende a 179 millones de euros.
El segundo bloque que define la aportación fiscal del seguro son los impuestos recaudados por las entidades en nombre de la Hacienda Pública. Esta partida ascendió a 3.930 millones de euros en 2016. Bajo este epígrafe aparecen el impuesto sobre primas de seguros (IPS) que se repercute sobre la venta de pólizas, diversas figuras tributarias asociadas al empleo y las retenciones por los beneficios logrados por los clientes a través de seguros de ahorro.
Entre los impuestos recaudados destaca, claramente, el IPS y los recargos aplicados para financiar al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). Este concepto suma 2.172 millones de euros. Le siguen, por cuantía, los tributos asociados al empleo. Las retenciones por el IRPF que pagan los trabajadores de las aseguradoras, la parte de la cuota de la Seguridad Social asumida por los propios empleados, las retenciones efectuadas por aportaciones a productos de previsión social a miembros de la plantilla, así como las retenciones realizadas por actividades económicas suman, juntas, otros 1.222 millones de euros.
Por último, los impuestos sobre beneficios logrados con productos aseguradores (prestaciones de seguros de vida, retenciones por intereses y dividendos, etc.) suponen 445 millones de euros más.
Evolución de la contribución fiscal del seguro
PwC ha realizado el Estudio sobre la contribución fiscal en España del sector asegurador 2015/2016 por encargo de UNESPA. Esta es la segunda vez que la Asociación Empresarial del Seguro efectúa este análisis. En la tabla resumen del anexo se ofrecen los datos correspondientes a los ejercicios 2012 y 2013; así como 2015 y 2016, a título comparativo. No se dispone de datos correspondientes al año 2014.
Las cifras de los cuatro años permiten ver cómo, a pesar de las vicisitudes macroeconómicas vividas por España en un pasado cercano, el seguro mantiene razonablemente estable su contribución a las arcas públicas. De hecho, las magnitudes evidencian que las medidas que favorezcan el desarrollo del seguro se traducen, en última instancia, en un incremento de los ingresos de la Hacienda Pública.
Fuente original: UNESPA