La economía española ha mostrado en la primera mitad de 2017 un dinamismo mayor de lo esperado, debido a la favorable evolución de las exportaciones, de la construcción y del empleo, según se pone de relieve en el Informe trimestral de la economía española, que elabora el Servicio de Estudios del Departamento de Asuntos Económicos y Europeos de CEOE.
Para el tercer trimestre, el indicador de actividad de la Patronal señala una leve desaceleración económica (0,8%), en línea con algunos indicadores disponibles. Así, los afiliados a la Seguridad Social en julio y agosto marcan una tendencia hacia la moderación, con una tasa de crecimiento interanual del 3,5% frente al 3,8% del segundo trimestre, aunque el timo de creación de empleo sigue siendo elevado.
No obstante, las perspectivas apuntan a un crecimiento todavía robusto en el resto del ejercicio. La fortaleza del consumo privado, en línea con la notable creación de empleo y la recuperación de la construcción, junto con el favorable comportamiento del sector exterior, permite que la economía continúe creciendo a buen ritmo y la desaceleración se haya ido retrasando hasta la segunda mitad de 2017.
Además, destaca el Informe, las previsiones apuntan a una desaceleración muy gradual, ya que se mantienen otros elementos de impulso como los bajos tipos de interés y la prolongación de las medidas de política monetaria expansiva del BCE, entre otras, que harán que el crecimiento en 2018 siga siendo elevado.
Por todo ello, las perspectivas para 2017 y 2018 han mejorado y las previsiones por parte de las diferentes instituciones, nacionales e internacionales, se revisan al alza. En este sentido, CEOE mantiene su estimación de crecimiento del PIB para 2017 en el 3,2%, considerando la favorable evolución de la economía en la primera mitad del ejercicio y previendo una desaceleración muy gradual en lo que queda de año y durante 2018.
Para el próximo año, prevé que la actividad se desacelere hasta el 2,7%. Con este escenario, España continuará creciendo más que la media de la Eurozona y será el país que más crezca entre los principales que comparte el euro.
La demanda interna continuará siendo el principal motor del crecimiento, aunque moderará su aportación al PIB en 2017 y 2018; la inversión en bienes de equipo será el componente más dinámico; la construcción registrará un notable repunte en 2017, que se mantendrá en buena medida en 2018; el consumo privado crecerá hasta el entorno del 2,5%, y el sector exterior continuará mostrando una aportación positiva al crecimiento del PIB en ambos años.
Además, en línea con el impulso que registra la actividad económica en 2017, la recuperación del mercado laboral continuará este año, manteniendo un ritmo de creación de empleo similar al del año pasado, con una tasa del 2,7%, en términos EPA, y del 2,4% en 2018, según las previsiones de CEOE. Esto supone que en estos dos años habrá unos 940.000 nuevos ocupados y que la tasa de paro se situará en el 17,1% de media anual en 2017 y en el 14,9% en 2018.