Poco a poco se van apagando los ecos de unos días de celebración, marisco y regalitos y vamos regresando a la triste realidad de que, como escribía Monterroso, el dinosaurio todavía está ahí. Ese dinosaurio se llama cuesta de enero, ese momento en el que los excesos monetarios de las fiestas pesan en forma de menor gasto; tu cuñado, por así decirlo, ha dejado tras de sí una estela de pequeñas o grandes deudas y de gastos que, para tranquilizar nuestra conciencia, apelamos de «imprevistos».
Son tiempos en los que afloran los posts y artículos que hacen recomendaciones para pasar la cuesta lo mejor posible. Nosotros vamos a darte el más tonto de todos: tener un buen sueldo.
En el sector asegurador podemos dar ese consejo porque, según nos dicen las estadísticas oficiales, el sueldo de empleados de seguros que se cobra en España no se puede considerar de los más bajos. No tienes más que mirarte los datos sobre coste salarial total por trabajador que publica el INE y lo verás. Promediando los tres trimestres publicados del 2017, el sector asegurador es la décima actividad (décima de más de 75) que mejor paga.
El salario de un trabajador del sector seguros es hoy, en 2017, casi un 10% más elevado que en el 2008, esto es justo cuando comenzaba la crisis económica. En esto, el seguro también bate al conjunto de las actividades, que han visto cómo esta magnitud se expande a un ritmo menor.
Como consecuencia de esta evolución, la mejora para el seguro respecto del conjunto de actividades consideradas en las encuestas es constante. En el 2008, el coste salarial de un trabajador de seguros estaba un 55,5% por encima del de un trabajador-tipo del conjunto de la economía. Esa brecha, en el 2017, es casi diez puntos superior.
Como consecuencia, pues, podemos concluir que el sueldo de los empleados del sector seguros está bien remunerado. Un sector que, además, ha sabido mantener un ritmo expansivo del coste salarial incluso en años muy duros. Todo lo cual se combina, por cierto, con una notable estabilidad laboral que hace que la edad media de los trabajadores de este sector se asemeje a la de los que tienen un puesto de trabajo para toda la vida, es decir: los funcionarios.
La cuesta de enero duele, qué duda cabe. Pero las penas, con salario, son menos.
Artículo originalmente publicado en el blog de Estamos Seguros.